Nadie que visita esta magnífica ciudad que tiene la mayor área metropolitana de Italia, puede evadirse de visitar la plaza del Duomo, ubicada en el centro histórico de Florencia, presidido por la mayor catedral del mundo después de la de San Pedro en el Vaticano.
Cinco siglos tardaron los milaneses en ver terminada esta colosal obra de la arquitectura religiosa, llena de números superlativos, como los 112 metros de altura que alcanza el punto máximo de aguja superior, o las 2.245 esculturas de mármol que guarda.
Su exterior es más interesante que lo que encierra por dentro. A su lado, las famosas galerías Vittorio Emanuele, de las más elegantes del mundo, donde lo típico es sentarse a tomar un café y ver pasar la marea humana nacional y extranjera que por allí discurre.
Luego, un paseo por el Cuadrilátero de Oro abrirá en los turistas el instinto consumista con sus escaparates recreativos y sus comercios de moda siempre en la vanguardia. este riguroso lugar está formado por las vías Spiga, Vorgospesso, Sant´ Andrea y Monteleone, a las que se une la de Corso Venezia, donde los grandes modistas tienen sus moradas.
La visita a esta maravillosa metrópoli no termina aquí. La posibilidad de rentar un vehículo y visitar por propia cuenta el incomparable teatro de La Scala o el Palacio Real, son algunos de los destinos que se pueden emprender. La compañía Alamo tiene importantes beneficios para el traslado por día en la ciudad de Milán.